domingo, 5 de diciembre de 2021

El futuro de México y su presidencia

Por

David Beltrán

Opinión

Una de las preguntas de la cual existe mayor incertidumbre, es ¿que pasará cuando termine su mandato el Lic. Andrés Manuel López Obrador?

Esta pregunta ocasiono que muchos sean los que esperan ocupar su lugar y tomar la responsabilidad de continuar con la 4T.

Preguntándonos ¿quien sería el mejor candidato(a)? para continuar con la lucha y que está no acaben en las manos de traidores que sirven a las cúpulas corruptas, que siguen buscando tomar el control de este proceso de transformación.

Quién es auténtico(a) con sus ideales y principios que trasmitan respeto y confianza como jefe de estado, que en uso de su habilidad como comunicador(a), su sinceridad e integridad sea transparente de frente al pueblo o un periodista inquisitivo; pero inamovible frente a los enemigos.

Quien con carisma natural de liderazgo y con habilidad verbal, enfrente y controle a los traidores, mientras se pronuncia por la gente más pobre y la justicia.

Quién tiene está estatura como político(a) y como persona, dentro de la política.

Tal vez, la única respuesta lógica sería, nadie puede triunfar sin la ayuda de otras personas.

Hay está otro problema, no solo se cambiaría al jefe de estado, también ocasionara cambios en el gabinete.

Quienes de los candidatos(as) pueden aportar más y traer consigo a los que llevaran la responsabilidad de continuar con la transformación y cosechar los beneficios para el pueblo y para todos y en primer lugar, los mas pobres.

Entonces quien podrá representa los aspectos vitales de la 4T, la experiencia, su comprensión y despertar de la conciencia, su capacidad y su respuesta, su actitud y convicciones, la reciprocidad y su relación con el pueblo, etc.

Una cuestión que debemos aprovechar y responder en estos tres años que quedan de gobierno.

Donde al día de hoy existen condiciones inmejorables, para separar el poder económico del poder político y crear contrapeso más allá del partido y la política.

Pero como dice el presidente, nada se logra con las medias tintas, con rizas fingidas y el peinado engominado, donde este punto de la historia nos exige anclarnos en definiciones, al enfrentar las fuerzas conservadoras y reaccionarias.

Es común que las fuerzas de la cúpula escondan sus intereses e intenciones, donde uno debe estar atento a sus acciones e inversiones, es así como uno debe poner atención en la política conservadora, en sus discursos y alianzas.

Que desde un principio se ha marcado el enorme esfuerzo por atacar la reputación y la imagen del presidente.

Los candidatos deberían tener cuidado, la oposición tratara de alejarlos lo más posible de su imagen y su respaldo.

Donde los colores y las insignias que pueden representar a un partido, alianza o organización, son un problema, se buscará que se juzgue al candidato.

Lo cierto es, que solo existe en este momento un elemento de la 4T que ha sido atacado, provocado, investigado, acosado, calumniado, etc.

Tanto como al mismo presidente, que respalda la idea del miedo que le tienen y de lo que representa para la oposición su desempeño, su trabajo, su responsabilidad, su compromiso, su capacidad, etc.

Me refiero al doctor Hugo López-Gatell Ramírez y aunque el se manifestado que no está en su intención figurar como candidato, que espero cambien de opinión, creo que es un claro ejemplo de lo debemos buscar como futuro presidente(a) de México.

Lo que presenta otra idea, el candidato(a) que sea menos atacado y más cómoda se observe, la oposición política, grupos, organizaciones, empresarios, etc., enemigos de la 4T, con él o ella, seria una medida justa para sospechar que ya se lograron acuerdos y pactos.

Tal vez estoy siendo demasiado extremista, o tal vez deberíamos ser extremistas cuando hablemos del futuro de México.

Una cuestión que debemos aprovechar y responder en estos tres años que quedan de gobierno.

www.laencrucijada2020.blogspot.com

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