Por
David Beltrán
Opinión y Reclamó
Sin la intención de generalizar a toda la comunidad educativa de la UNAM; no podemos pasar por alto el sacrificio y la renuncia que las máximas autoridades hicieron para lograr destruir la carrera y el futuro de la ministra Yasmín Esquivel Mossa de la SCJN.
Usando la imagen y la reputación, reconocida internacionalmente de esta universidad, se montaron a una estrategia perversa y completamente política y mediática, que lo único que ha demostrado es el mal que impera en sus autoridades y profesores.
Con la complicidad de los alumnos, se cultivar y se promueve todo lo que en la práctica es la semilla de esas corrupción conservadora que intenta regresar al poder.
Me refiero a todo lo que no dice y que gira alrededor del “plagio”.
Donde la ministra a demostrado que solo fue víctima de un oportunista y vividor, donde su esfuerzo y trabajo, solo fue aprovechado por esos que la final, solo ponen su nombre y se llevan todo el reconocimiento; solo faltaba que recibiera mejor calificación.
Aunque no dejaré de lado el acto de honestidad y de franqueza que tuvieron todos los involucrados al aceptar que habían actuado de forma incorrecta y sabiendo que esto les traerá consecuencias.
En la realidad todos conocemos y hemos observamos en nuestras vida, trabajo, escuela, eso actos despreciables de la corrupción.
Que al final triunfan y alcanzan el éxito solo porque gozan de amistades y palancas, que reciben beneficios y preferencias del patrón o gobierno; que al final solo le hacen el juego a la corrupción que existía.
Cuantos de esos no están actualmente dando clases en la UNAM, cuántos Alumnos con dinero o con papás o padrinos con algún buen puesto, son los preferidos por eso maestros y profesores, que hoy figuran como el rostro de los conservadores, como Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, etc.
Esos alumnos que obtiene reconocimientos y recompensas por opinar igual que ellos y apoyarlos en sus planes y manifestaciones.
Cuantos de los maestros y profesores silencian y destruyen a los que opinan, rechazan y son críticos, que proponen y participan con su propio criterio, que no son pasivos, conformistas o indolentes, que se esfuerzan y son originales, que cooperan, son leales y solidarios.
Cuantos Yasmín Esquivel Mossa están ahora siendo víctimas por está universidad y sus maestros y profesores cómplices de alumnos corruptos.
Puedo con seguridad afirmar que la comunidad educativa, saben y conoces quienes son esos maestros y profesores que han convertido a la UNAM en la CUNA de CORRUPCIÓN, que vende calificaciones, que abusa de su poder y del alumnado, que con un regalo, un favor, un pago, pasas de año.
Hay tantas cosas que son silenciadas, ignoradas y encubiertas; que por miedo a perder todo tu esfuerzo y trabajo, al final nadie dice ni hace nada, un mal que está gobernando a toda la universidad, el mal que calla y no reclama.
Hoy podemos estar seguros de algo, de todos los políticos corrupto, los falsificadores, oportunistas, explotadores, cínicos, defraudadores, traficantes de influencias o compradores y vendedores de favores.
Tal vez estén titulados por la UNAM.
También esa universidad queda marcada para siempre como la casa de los futuros hipócritas, aduladores, mojigatos, que permitieron y encubrieron los malos manejos y el uso indebido de sus aula.
Todo lo antes mencionado y que los alumnos, ex-alumnos, medios tradicionales, no lo dicen e intentan hacerlo ver irrelevante, tendrá repercusiones enormes para el futuro de la universidad y de nuestro México.
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