domingo, 16 de julio de 2023

La SCJN y su poder supremo

Por

David Beltrán

Opinión

En este contexto histórico que representa la 4T, en su lucha contra la impunidad y la corrupción, enfrentado a políticos, empresarios, organizaciones civiles y criminales, nacionales y extranjeras, que buscan detener y obstaculizar todo lo que intenten hacer.

Jamás imaginé que la mayor amenaza a esta lucha, a esta guerra por la transformación y mejora de nuestra nación.

Estaría un poder supremo, uno que dice que no se puede tocar y que no está sujeto a ninguna discusión, donde dicen tener la última palabra a toda controversia, sin importar que este lejos del deseo y la necesidad de justicia de la ciudadanía.

Donde ellos mismos deben juzgar sus acciones y decisiones; donde nunca a existido el castigo o la condena, existen los lujos y los excesos.

Es tan grande el poder que posee, que hoy, con solo el conceder un amparo, se conceden el derecho de suspender leyes y proyectos, en ocasiones sin importar que no sean de su competencia o con una noción vaga y confusa del concepto propio del interés jurídico o del derecho humano.

Ha llegado tan lejos, este poder supremo, que lo que dicta la constitución, que en este caso nos señala que no se debe ganar más que el presidente, se han justificando diciéndonos que no existe una normativa que los pueda obligar.

Al final, ellos decidieron que artículos de nuestra constitución van a respetar.

Ese poder supremo que representan la SCJN, ya supera las facultades exclusivas del congreso de la unión y a su poder, que no es más, que la representación popular de una mayoría y de su voluntad, en la participación ciudadana que existe en una democracia, cosa que la SCJN no representa.

Solo debemos reflexionar de forma general la naturaleza autoritaria de la SCJN, donde en conclusión, solo basto con el proyecto de uno y siete cómplices, para detener una reforma, para dictar condiciones que no existen en la constitución y para ordenar y señalar al congreso de la unión.

Corrompiendo así, todo límite y certeza constitucional.

Así de poderosos son, un poder supremo que no tiene límites, que puede ponerse de acuerdo entre ellos y así lograr el fin que se propongan, dando lugar a nuevas reglas y normas.

Algo que debe preocuparnos y consultar entre todos los mexicanos, si es correcto que once individuos tengan tanto poder en sus manos.

De seguir así esto, llegarán a ser la última palabra y quienes decidirán quién será el próximo presidente, o como se debe y conformara el próximo congreso de la unión, si es o no legal nuestra democracia, nuestra libertad, nuestros derechos, nuestras garantías.

Debemos preguntarnos si nuestra justicia y nuestra seguridad y la de todo mexicano se pude garantizar con la integridad de estos hombres y mujeres que representan el poder judicial.

Si ese poder supremo se pone al servicio del mejor postor o peor, a una nación extranjera como ESTADOS UNIDOS.

Que tan lejos llegará, si no hacemos nada y a quien en el futuro eso beneficiará.

www.laencrucijada.com.mx

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