Por
David Beltrán
Opinión
Creo que el tomarnos una pausa en la vida, es una acción necesaria y correcta que nos permite tomar el control de nuestro destino y es un ejemplo genuino al buscar el cambió, dejar lo malo y buscar lo bueno.
En relación con el mundo que nos rodea, nos permite detenernos y reflexionar y así tomar una decisión sincera que expresa nuestro deseo de mejorar.
El inicio de esto sería con un simple “espero que me perdones, pero creo que, ya no hay nada que podamos hacer y decir, creo que este es el fin”.
Seria esa conexión a ese momento que nos permite expresa el daño y el dolor que vivimos, ofreciendo un espacio para dar una explicación y para asumir la responsabilidad de nuestras acciones ante los demás y que puede ser útil para buscar un compromiso o compensación, en la búsqueda del perdón.
En este punto te preguntarás qué tiene que ver con España.
Creo que es, en esa conexión con lo malo y que ha quedado evidenciada con las Reformas Estructurales de Peña Nieto y que hoy se buscan corregir.
Un ejemplo genuino y que ha marcado esto, a sido los contratos abusivos, el llamado auto-consumo y la clara corrupción entre los gobiernos anteriores y el gobierno de España, en específico con sus empresa (IBERDROLA).
Dejando aún lado toda declaración o manifestación anterior, los cambios que México enfrenta, ponen en “jaque mate” la corrupción y estos abusivos privilegios y como era de esperarse, quienes se ven afectados, buscarán defender y proteger sus intereses.
El inicio de estos seria con un simple “me disculpo de antemano, pero ya no hay nada que podamos hacer”.
Ya se ha expresado y demostrado esa conexión con el daño y el abusó que enfrenta CFE, ya se ha ofrecido el espacio para la negociación que repare la relación y la cooperación al asumir la responsabilidad en la búsqueda por el bien común de todos.
Nos han puesto en un dilema, al ignorar nuestra petición de diálogo, para terminar con los abusos y los privilegios, lamento no haberlo hecho mejor, pero en esta transformación se trabaja para millones de personas y por mejores y más oportunidades.
Ahora espero que en un futuro, tal vez cuando yo no esté, si así lo decidan, las relaciones políticas y económicas entre nuestras naciones, nos permitan vivir en armonía con nuestras soberanías.
Dejar atrás la ficción, simulación, falsedad y el doble discurso, que es lo que verdaderamente se experimenta, se tiene y se enfrenta.
Al decir que las energías limpias son infalibles o que sus empresas no contaminan y no requieren de combustibles contaminantes.
La hipocresía moral hacia el pueblo, al llamar en sus discursos con la expropiación y la perdida de capitales, para condenar y desacreditar como una reprimenda a la inmerecida acción de cobrarles lo que se debe.
En suma, creo que es momento de poner en PAUSA, y en pocas palabras, FORJAR UNA NUEVA RELACIÓN.
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