Por
David Beltrán
Opinión
Como una referencia a ese delito que se comete contra la libertad.
El congreso de la Unión, es hoy una víctima de un grupo que se identifica como “va por México” conformado por los partidos políticos PAN, PRI, PRD; estos han decidido privar al congreso de la unión del estudio y la discusión, como de votar y emitir, cualquier iniciativa a reformas constitucionales.
Imponiendo el único poder legislativo que posen y que aún no han perdido en la contienda, el número de diputados y senadores serán los sicarios para detener todo avancé o triunfo de morena.
Como todo delincuente que se encuentra entre la espada y la pared, han decidido llevarse a sus partidos, sus militantes y simpatizantes, entre las patas.
Al negarse a deliberar y legislar los asuntos del estado, votando en contra de toda iniciativa, buscan obtener un rescate político de manos del mismo GOBIERNO y su partido MORENA.
Con el objetivo de cumplir sus exigencias, está extorsión política, este tráfico de influencia legislativa y el abusó de poder político de estos partidos, se presenta como la acción vengativa y desesperada de una oposición derrotada.
Donde el intentar cubrir la comisión de todos sus delitos, cometidos por sus políticos y gobiernos, el intercambio y la negociación que activé al poder legislativo, se perfila en prejuicio del pueblo de México.
El congreso de la Unión, es “vendido” por estos grupos políticos, estás redes y estructuras que operan en alianza, coordinándose como toda una organización criminal.
Que uso al congreso de la unión como rehén de sus intereses privados y de empresas y gobiernos extranjeros, con el que intentaron tomar el control de nuestro recurso y nuestro mercado eléctrico.
Una vez más, esta alianza política impedirá cualquier cambio que signifique una perdida en sus intereses e inversiones.
Una enseñanza que todo mexicano debe aprender y poner mucha atención a este momento histórico, donde el uso de la responsabilidad y el poder, que le entregamos con nuestro voto a esos grupos y partidos políticos.
Hoy es usado como secuestradores, egocéntricos y narcisistas, que creen que el fin justifica los medios, motivados por la ambición y la codicia, que acompaña la desesperación y frustración política, llaman al boicot legislativo.
El secuestro del congreso de la unión por la traición de clase política opositora, respaldada por sus medios y financiada por gobiernos extranjeros, como sinónimo de un nuevo golpe de estado, que opera está vez, en lo legislativo.
Se entiende como el uso de su cargos en el congreso de la union, para detener el desarrollo y progreso del país y de su pueblo.
Hoy México enfrenta una amenaza interna política, que intenta someternos a todos.
Desde otro punto de vista, la existencia de las iniciativa preferente que tiene el poder presidencial y la capacidad de promover modificación a leyes secundarias por la alianza “Juntos Hacemos Historia” se presentan como las herramientas por usar.
Pero que pondrán a prueba la capacidad y recursos de todo el gobierno y los partidos políticos, al enfrentar está nueva amenaza.
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